La economía personal y empresarial es una de las grandes preocupaciones de la sociedad contemporánea: gozar de una buena salud financiera es clave para vivir sin problemas y afrontar todos los retos del futuro con un respaldo de capital suficiente.
En periodos como el actual —guerras, recuperación de la pandemia, inflación disparada…— las noticias de la sección de economía no hacen más que alertar a la gente e incluso quienes menos se preocupan de estas cosas se preguntan qué es la salud financiera y cómo mejorarla a medio y largo plazo.
En Grupo PACC asesoramos a las familias para que puedan mejorar su economía, y nuestros especialistas están capacitados para responder cada día a decenas de personas que se preguntan: ¿cómo mejorar mi salud financiera?
Qué es la salud financiera
La salud financiera es la información económica que una persona obtiene sobre sí misma, su familia o su empresa tras realizar un análisis concienzudo sobre todo lo que tiene que ver con el capital, los ingresos, los gastos y el patrimonio.
Dicho de otro modo, una buena salud financiera es aquella que permite a la persona vivir con la tranquilidad y el bienestar de que su economía es lo suficientemente fuerte como para hacer frente a los gastos cotidianos e incluso a algunos que puedan venir de manera inesperada.
Dentro de la buena salud financiera también se entiende el contar con ahorros o una perspectiva de ahorro suficiente como para poder emprender proyectos futuros sin que esto provoque estrés o pueda poner a esta persona y a su entorno en un riesgo por no poder devolver un posible préstamo o situaciones similares.
Cómo evaluar tu salud financiera
El sentido común ayuda mucho a entender cómo evaluar si se dispone o no de una buena salud financiera. Por ejemplo, si se vive con la constante angustia de no llegar a fin de mes, posiblemente no se esté en el mejor de los escenarios.
No obstante, más allá de ese análisis personal, organismos como el Center for Financial Services Information ofrece hasta ocho indicadores distintos para que la persona pueda hacer un estudio a título personal o empresarial.
- Que el nivel de gastos mensual no supere habitualmente el de total de ingresos obtenidos en ese mismo periodo.
- Que no se acumulen impagos de facturas, deudas a proveedores o pagarés a largo plazo por carecer de líquido.
- Disponer de ahorros de uso inmediato.
- Contar con dinero en cuentas de inversión, planes de ahorro u otro tipo de productos de rendimiento a largo plazo.
- No acumular un total de deuda demasiado grande.
- Contar con seguros que puedan actuar ante algunas incidencias en el ámbito económico.
- Disponer de unas perspectivas de gasto a futuro para desarrollar cualquier tipo de proyecto personal, de ocio, empresarial, etc.
Si se cumplen todos o muchos de estos ítems, es muy probable que se pueda hablar de una buena salud financiera y haya que desterrar las principales preocupaciones sobre el dinero.
Consejos para una buena salud financiera
Más allá de este análisis, siempre se pueden seguir algunos consejos sobre cómo mejorar la salud financiera.
Uno de los principales es hacer un gasto contenido y, sobre todo, planeado. Para ello, se recomienda realizar presupuestos mensuales y ser lo más fieles posible a estos para no disparar el gasto.
Además, es aconsejable hacer un plan para devolver las deudas como tarea primordial, a la vez que se invita a contratar productos de inversión a medio y largo plazo para asegurarse una rentabilidad futura del dinero que se pueda ir ahorrando.
Con todo ello, las perspectivas sobre la salud financiera irán mejorando poco a poco; algo que supondrá una tranquilidad vital o empresarial que en GRUPO PACC podemos ayudarte a conseguir un buen plan de ahorro. Contacta con nuestros asesores para que podamos evaluar la situación y orientarte de la mejor manera.