¿Sabías que existe una fuerte relación entre el calor y el embarazo? De hecho, cuando estás embarazada es frecuente que notes cómo empeoran tus síntomas con el aumento de las temperaturas. A lo largo de 9 meses, muy probablemente tendrás que lidiar con ello, pero te resultará mucho más fácil si sigues nuestros consejos.
Cómo afecta el calor a las embarazadas
La mala relación entre el calor y el embarazo viene de que las gestantes tienen una temperatura corporal superior a la de las mujeres no embarazadas. Consecuentemente, sufren más las tórridas temperaturas estivales y, para colmo, experimentan un empeoramiento de las molestias propias de la gestación.
Los calores en el embarazo desencadenan los siguientes síntomas:
- Debilidad y fatiga
- Hipotensión (mareos, desmayos y dolores de cabeza).
- Hinchazón (sobre todo en piernas y tobillos).
- Aumentan las probabilidades de sufrir deshidratación.
- Sudoración excesiva
- Molestias dermatológicas (picor, tirantez, granitos, etc.).
- Mayor riesgo de parto prematuro y preeclampsia.
- Problemas para el desarrollo del feto (crecimiento insuficiente, defectos cardíacos, muerte fetal, etc.).
Consejos para sobrellevar el calor y el embarazo este verano
Las embarazadas y el calor están condenados a entenderse, pero eso no significa que debas resignarte a sufrir el verano. Sigue estos sencillos consejos y enseguida notarás cómo se alivian tus síntomas estivales.
Hidrátate
El dolor de cabeza y el calor en el embarazo siempre van de la mano a causa de la deshidratación. Bebe agua, zumos naturales y sopas frías a lo largo del día para evitarlo.
Come ligero
Lo ideal es que comas cinco veces al día, dando prioridad a los alimentos frescos y ricos en agua (sandía, melón, pepino, apio, etc.). Por el contrario, deberías abstenerte de aquellas comidas pesadas en las que abunden las grasas y los hidratos de carbono.
No salgas a las horas de más calor
Evita pisar la calle durante las horas centrales del día (11:00 – 19:00 h). No obstante, si tienes que salir de casa, te será de gran ayuda llevar un spray con agua y una sombrilla; el abanico y agua para beber tampoco deberían faltar en tu bolso.
Ponte ropa ligera
Utiliza prendas holgadas cuyos tejidos sean naturales y transpirables (como el algodón y el lino). Asimismo, los zapatos cómodos de altura media serán tus mejores aliados durante el embarazo.
Practica deporte
El deporte veraniego es compatible con el embarazo si se adapta, y te será muy útil para combatir las típicas molestias de esta estación. Las actividades acuáticas suaves y los paseos a primera hora de la mañana o por la noche nunca deberían faltar en tu rutina diaria.
Mantén tu casa fresca
Aunque no tengas aire acondicionado, puedes mantener tu casa fresca de forma natural. Solo asegúrate de abrir las ventanas a primera hora de la mañana y cuando caiga la noche, pero mantén las persianas bajadas durante el resto del día.
Salta a la vista que el calor y el embarazo no se llevan bien. Aunque nuestras recomendaciones pueden darte un respiro, siempre es bueno contar con la protección adicional que solo puede brindarte un seguro de salud tan completo. En GRUPO PACC te ayudamos a escoger el más adecuado para garantizar tu bienestar durante la gestación.