La costra láctea es el nombre coloquial de un tipo de dermatitis seborreica infantil, muy común en bebés. Se trata de un problema dermatológico que no suele requerir de tratamiento médico y que suele resolverse solo con el tiempo. Sin embargo, los padres primerizos tienden a asustarse, con razón. No todos los casos son tan benignos y las placas de escamas pueden ser la puerta de entrada para infecciones oportunistas. Por eso, contar con un seguro de salud que evite esperas, incluso para las consultas que parecen de poca importancia, aporta seguridad a toda la familia.
Vamos a ver cómo quitar la costra láctea en casa, para esa mayoría de casos menores. Pero, si el niño presenta zonas muy grandes con esas placas típicas, se extiende a la cara, hay fiebre o síntomas de molestia, solicita de inmediato una consulta con el pediatra o con el dermatólogo.
¿Qué es la costra láctea?
La costra láctea es la dermatitis seborreica infantil más común y se manifiesta con una serie de placas escamosas, blancas o amarillentas, que no suelen doler ni pican. A veces, las zonas que bordean estas placas pueden estar enrojecidas.
En la inmensa mayoría de los casos, la costra láctea del bebé no implica que vaya a ser un adulto con dermatitis seborreica, una afección crónica.
El nombre, costra láctea, hace referencia a su frecuencia en bebés lactantes y no en niños mayores o adultos.
Cómo se detecta: estos son sus síntomas y causas
Las placas de la costra láctea aparecen en el cuero cabelludo, y a veces en las orejas o justo tras ellas, en las ingles, la nariz y los párpados, desde el momento del nacimiento o a los pocos días de vida.
Se da en las mismas zonas donde puede manifestarse la dermatitis atópica, que sí causa muchos picores y precisa de un seguimiento por parte del pediatra o el dermatólogo, dependiendo de la severidad.
Por tanto, lo mejor antes de pensar en costra láctea y cómo eliminarla, es asegurar el diagnóstico.
¿Por qué aparece la costra láctea?
No se tiene claro por qué aparece este eccema. Algunos autores defienden que existe un componente hormonal, que pasa de la madre al hijo cuando está en la placenta y hace que el bebé produzca más sebo del normal en la piel y en los folículos pilosos. Otros doctores creen que lo que determina por qué afecta a unos bebés sí y a otros no es la presencia de ciertas levaduras en el microbioma de la piel.
Síntomas más frecuentes
Los síntomas más frecuentes son esas placas de piel escamosa, más o menos redondeada y de bordes regulares. Si manipulamos con cuidado estas zonas engrosadas, el bebé no va a manifestar molestia alguna, y tampoco observaremos en él llanto o rascado persistente.
Además, al cabo de unos meses o un par de años del nacimiento, el problema se resuelve solo.
Tratamiento de la costra láctea
En la mayoría de los casos, la costra láctea del bebé se puede tratar en casa. El tratamiento consiste en la higiene diaria con productos muy suaves, como champú o gel de baño especialmente formulado para neonatos, y el refuerzo con cremas emolientes aptas.
Durante el baño y con las cremas se reblandecen las escamas de piel muerta y puedes retirarlas con suavidad, sin rascar. Al levantar la piel muerta de las placas no deben quedar signos de rojez ni heridas.
Algunos remedios populares recomiendan ablandar las costras con vaselina, por su acción emoliente. Sin embargo, es mejor dejar este truco para los casos en los que el baño y las lociones no sean suficiente, y reservarlo solo para las costras más rebeldes. Si aplicas mucha vaselina y la dejas actuar un tiempo antes del baño en una piel que no lo necesite, podrías volverla un poco frágil.
Como ves, la costra láctea en bebés no presenta grandes problemas. En cualquier caso, es importante tener un diagnóstico para evitar posibles complicaciones. Contar con un seguro de salud y poder elegir especialista te permite no esperar para saber qué le pasa a la piel de tu bebé y cómo debes cuidarla. Si necesitas información, en GRUPO PACC te ayudamos a encontrar el mejor seguro de salud para tu familia.