Todo entorno laboral entraña, para los empleados, cierta posibilidad de sufrir algún daño mientras desempeñan sus actividades de trabajo. A esta posibilidad se le denomina riesgo laboral y puede ser menor o mayor según la naturaleza de la actividad.
Dentro de estos riesgos originados por las condiciones de seguridad en el trabajo se encuentran los accidentes laborales. Sí, esos accidentes que pueden ocurrir a causa de la realización de dicho trabajo.
Pero ¿cuáles son estos accidentes? ¿Cuáles son los accidentes laborales más comunes? Te despejamos las incógnitas a continuación.
¿Qué es un accidente laboral?
Es importante que primero definamos, con exactitud, qué es un accidente laboral o accidente de trabajo.
Según la Ley General de la Seguridad Social, los accidentes laborales son todas aquellas lesiones corporales que el empleado puede sufrir como consecuencia de las actividades de trabajo realizadas por cuenta ajena, es decir, del trabajo bajo la dependencia de un empleador.
Pero esta definición se amplía para los autónomos, que son trabajadores por cuenta propia. En la Ley 20/2007 se definen los accidentes de trabajo del autónomo como la lesión corporal que pueda sufrir por consecuencia de su propia actividad profesional.
¿Y qué es una lesión corporal?
En el contexto de los accidentes laborales, la lesión corporal es todo daño causado al cuerpo por golpe, herida o enfermedad, como consecuencia de la ejecución del trabajo.
Además, como lesión corporal también se incluyen las secuelas o cualquier enfermedad psíquica o psicológica que padezca el trabajador a causa de las actividades laborales.
Es importante dejar claro que, para que la lesión sea tomada en cuenta como accidente de trabajo, debe existir una relación de causalidad directa. Es decir, la lesión debe producirse directamente como consecuencia del trabajo o con ocasión de la ejecución del trabajo.
¿Cuáles son los accidentes laborales más comunes?
Como dijimos al principio, el riesgo de accidentes por la seguridad en el trabajo existe en cualquier entorno laboral. Pueden ser oficinas, áreas industriales, construcciones, espacios amplios, pequeños, al aire libre o cerrados, pero siempre, en mayor o menor grado, existen ciertos riesgos.
Entre los accidentes de trabajo que suceden con mayor frecuencia se encuentran los siguientes:
Caídas
Las caídas, sean por tropiezos o resbalones, son unas de las causas más comunes de accidentes laborales. Pueden darse en cualquier sector.
Las caídas al mismo nivel, normalmente, se reproducen por objetos que obstruyen el área de paso, por el vertido de líquidos o por un acabado pulido del suelo. Y ocasionan un gran porcentaje de lesiones leves.
También están las caídas de altura, que ocurren, generalmente, en las escaleras situadas en oficinas o en edificios de oficinas. Entre los tipos de caídas, esta es la que provoca más lesiones graves.
Golpes
Los golpes pueden ser contra un objeto inmóvil, mientras el trabajador está en movimiento. Suceden mayormente en los espacios de las oficinas, con puertas, estantes, archivadores y cualquier otro elemento que pertenezca al mobiliario.
También es frecuente los golpes al chocar contra un objeto móvil. Se produce con mayor frecuencia en áreas industriales o de construcción, sobre todo con equipos o máquinas en movimiento.
El sobreesfuerzo
El sobreesfuerzo muscular es considerado un accidente laboral de gran frecuencia, sobre todo en los sectores en los que se requiere gran actividad física por parte del trabajador. Por ejemplo en la construcción, en el sector industrial y en la agricultura.
Estos accidentes de trabajo también pueden ocurrir en oficinas, debido a que el trabajo, la mayor parte del tiempo, se realiza sentado. Las lesiones que pueden generar sobreesfuerzos y fatiga física son la tendinitis, lesiones de espalda, lesiones de cuello, etc.
Atrapamientos y aplastamientos
Los atrapamientos y aplastamientos son accidentes laborales graves que pueden producir amputaciones y/o la muerte.
Estos tipos de accidentes se ven con frecuencia en sectores como la construcción, la agricultura y la industria, debido al uso de equipos o maquinarias bastantes peligrosas.
Cortes
Los cortes son accidentes de trabajo muy frecuentes y pueden producirse tanto en el ámbito de oficina como en sectores como el de la construcción y la industria.
En la oficina pueden producirse cortes debido a la manipulación de objetos punzantes y cortantes. Mientras que en construcciones y zonas de producción industrial, los cortes pueden ser provocados por la manipulación del material o por las herramientas propias de la labor.
Accidentes in itinere
En el derecho laboral, un accidente in itinere es un accidente que le puede ocurrir al trabajador en el trayecto que realiza desde su residencia hasta el lugar de trabajo, o desde el sitio de trabajo hasta el domicilio.
Estos accidentes se considerarán laborales solo si el trabajador ha realizado el trayecto habitual, ha empleado el transporte de siempre y no se haya desviado a realizar alguna otra actividad ajena al trabajo.
Las colisiones viales son los accidentes in itinere más frecuentes en materia laboral.
Incidente crítico que genere ansiedad, depresión…
Los incidentes críticos pueden definirse como los acontecimientos extraños y poderosos que son ajenos al desenvolvimiento normal de las situaciones en el trabajo y que pueden ocasionar un trauma emocional o psicológico en el empleado.
Estos traumas son considerados lesiones psíquicas que pueden ocasionar fatiga mental, depresión, estrés, ansiedad, etc.
A la vez, estos estados mentales pueden desencadenar enfermedades físicas como problemas digestivos, alteración en la capacidad intelectual, alteración en la concentración, problemas cardiovasculares, entre otros padecimientos.
La seguridad en el trabajo
La mayoría de los accidentes laborales se derivan de las condiciones de seguridad en el trabajo. Por lo tanto, son accidentes que pueden ser evitados a través de la prevención de riesgos.
Por esto es necesario que, en todo sector laboral, sean oficinas o áreas industriales, se elaboren planes de prevención. Es la mejor forma de evaluar los riesgos y aplicar los procedimientos necesarios para que los trabajadores se desempeñen en un entorno seguro.
Aún cuando existan las precauciones debidas, siempre es importante contar con un seguro de salud que pueda responder ante cualquier situación o accidente imprevisto.
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