Si al flexionar la rodilla o incluso estando en reposo sientes un fuerte dolor punzante y localizado en la parte inferior de la rótula, seguramente, tengas una tendinitis rotuliana. Aunque para saberlo con seguridad, si el dolor persiste en el tiempo, debes acudir a un médico para que te valore y dicte un diagnóstico.
Si acudes al especialista y confirma que tienes una tendinitis rotuliana, debes seguir un tratamiento especializado para evitar que esta dolencia se vuelva crónica y derive en una degeneración fibrilar o tendinosis.
A lo largo de este post vamos a tratar de explicar qué es una tendinitis rotuliana y cómo se puede curar esta patología.
¿Qué es una tendinitis rotuliana?
Una tendinitis rotuliana es una lesión en el tendón que une la rótula con la tibia. Este tendón es fundamental para poder extender la rodilla y realizar actividades cotidianas como andar, correr, saltar, sentarse o subir o bajar escaleras.
La tendinitis rotuliana la suelen padecer personas que practican deportes como el ciclismo, baloncesto, voleibol, fútbol o que impliquen saltos. Aunque puede ser que una persona no realice ninguna de estas prácticas deportivas y también sufra una tendinitis rotuliana.
Tratamientos para curar una tendinitis rotuliana
Si observas que tienes un fuerte dolor en la rodilla, que perdura durante el tiempo o se hace más intenso, te impide realizar actividades cotidianas como andar o subir o bajar escaleras y está asociado con la inflamación o enrojecimiento de la articulación, debes solicitar cita con el traumatólogo para que valore la lesión.
Una vez que el médico especialista ha dictado un diagnóstico te indicará cuál es el tratamiento más adecuado para curar esta dolencia.
El tratamiento a seguir dependerá de la gravedad de la lesión. Se pueden diferenciar cuatro estadios en función del dolor y gravedad de la patología.
- Estadio 1: dolor leve, que solo se produce cuando se realiza un movimiento concreto con la rodilla.
- Estadio 2: dolor moderado, que aparece durante y después de hacer deporte o una actividad que implique el movimiento de la rodilla. No incapacita a la persona para hacer tareas de la vida diaria.
- Estadio 3: dolor intenso que la persona siente durante y después de practicar deporte o cualquier acción de la vida diaria como caminar, sentarse, agacharse, levantarse… Este dolor le dificulta poder seguir haciendo deporte o actividades de la vida cotidiana.
- Estadio 4: el tendón está roto y la única opción posible para su recuperación es a través de una intervención quirúrgica.
¿Cómo recuperarse de una tendinitis rotuliana?
Si una persona tiene una tendinitis rotuliana considerada leve o moderada, el traumatólogo puede indicar estos tratamientos:
- Medicamentos antiinflamatorios y analgésicos como el Ibuprofeno, para minimizar el dolor y bajar la inflamación.
- Aplicación de frío y hielo en la zona afectada para disminuir la inflamación del tendón, y reducir el dolor.
- Reposo de la práctica deportiva que implique saltos o movimientos bruscos de rodilla.
- Fisioterapia que incluya ejercicios de fortalecimiento y estiramiento muscular.
- Correa para el tendón rotuliano. Una banda ejerce presión sobre el tendón rotuliano para distribuir la fuerza lejos de este. Esta opción puede mitigar el dolor.
- Iontoforesis. Esto es la aplicación de corticoides sobre la piel. Después se utiliza un dispositivo que mediante una descarga eléctrica introduce el fármaco en nuestro organismo. En unas horas o en unos días, el dolor y la inflamación del tendón desaparece.
Si estos tratamientos no dan los resultados esperados, el traumatólogo puede optar por otras terapias como: inyección de corticoides, electrólisis percutánea intratisular (EPI), inyección de plasma rico en plaquetas, procedimiento con agua oscilante, y como último recurso, la intervención quirúrgica del tendón rotuliano.
¿Cómo prevenir este tipo de lesión?
Si practicas algunos de los deportes mencionados anteriormente, puedes tomar algunas medidas para prevenir la aparición de la tendinitis rotuliana.
- Evitar practicar deporte de impacto cuando se sienta dolor.
- Utilizar un calzado adecuado para la práctica deportiva que se vaya a hacer.
- Estirar los músculos antes y después de hacer ejercicio.
- Realizar un calentamiento previo a la práctica de la actividad física que se vaya a realizar.
- Tonificar las zonas musculares propensas a lesionarse.
Desde GRUPO PACC, esperamos que este post te haya sido de utilidad. Si sientes algún síntoma de los descritos que te haga pensar que padeces una tendinitis rotuliana, pide cita con tu especialista para que haga una correcta valoración de la dolencia y te indique el tratamiento más adecuado.