Periodo de carencia: ¿Qué es y qué importancia tiene en un seguro?

Cuando contratas un seguro, debes tener en cuenta que no todas las coberturas están disponibles desde el primer día. Es lo que se conoce como periodo de carencia, pero ¿en qué consiste? ¿Cómo puede afectarte? ¿Sabías que la mayoría de las aseguradoras tienen esta cláusula en sus contratos? Te resolvemos todas las dudas a continuación.

¿Qué es el periodo de carencia?

El periodo de carencia es el tiempo que transcurre desde que toma efecto la póliza hasta el momento en el que tienes acceso a la cobertura o coberturas que anteriormente no tenías. Este periodo es diferente según la compañía y el tipo de seguro contratado.

Por regla general, el periodo de carencia puede oscilar entre los 20 días y los 12 meses, respectivamente.

¿Cómo puede afectar el periodo de carencia en tu seguro?

Lo primero que se debe hacer es informarse lo máximo posible de las condiciones del seguro que se quiere contratar, ya que si contiene carencias en algunas de sus coberturas, no podremos hacer uso de ellas hasta que termine dicho periodo.

Por otra parte, hay compañías que eliminan el periodo de carencia, es decir, puedes disponer de sus servicios desde el primer día. Esto solo será posible en caso de que hayas hecho «un traspaso» de ese seguro de una compañía a otra, presentando la correspondiente documentación que justificará el cambio de aseguradora.

¿Por qué se establece este periodo de carencia y en qué seguros predomina? 

El plazo de carencia es una herramienta de la que disponen la mayoría de las compañías de seguros, una cláusula a favor de la aseguradora para evitar que la parte contratante haga un seguro exclusivamente para resolver un problema puntual del que es consciente con anterioridad a la contratación de la póliza (una operación, dar a luz, etc) y, una vez solventado, solicite la baja del servicio.

Los tipos de seguros más comunes que conllevan un periodo de carencia son los seguros de salud, seguros de decesos y seguros de vida.

Recuerda que el periodo de carencia puede variar en función de la compañía y los servicios contratados, pero lo más importante es que conozcas su funcionamiento. Para ello, lo mejor es revisar bien todos los puntos del contrato y preguntar todas las dudas que te puedan surgir a tu correduría de seguros.