A diario estamos expuestos a cualquier incidente que puede derivar en un problema legal. Un problema con una factura de suministro, un procedimiento judicial laboral o alguna incidencia con una compra por internet, son ejemplos claros en los que nos podemos ver involucrados.
Para estas circunstancias están los seguros de defensa jurídica, para cubrir desde el asesoramiento hasta los propios procesos legales.
La póliza de defensa jurídica salvaguarda el interés del asegurado ante problemas que dañen sus bienes o sus derechos, haciéndose cargo de los gastos que puedan derivarse de un procedimiento judicial, administrativo o reclamación.
De este modo, la aseguradora pone a disposición del usuario un experto que se encarga de asesorar, reclamar en su nombre y conseguir que el daño ocasionado quede compensado.
Las coberturas que ofrece este tipo de seguro variarán según la aseguradora y del producto que oferten. Por norma general, los servicios a disposición del usuario son:
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Asistencia jurídica telefónica:
Un equipo de abogados especializados resolverán de forma inmediata las consultas o dudas de tipo legal que puedan surgir sobre el ámbito de la vida privada. Por ejemplo:
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- Confeccionar un contrato de alquiler, cómo actuar ante un inquilino moroso…
- Separaciones, divorcios, nulidad, pensión alimenticia, herencias
- Conflictos en compras Online
- Problemas con la comunidad de propietarios o vecinos de la misma
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Asistencia presencial:
Asesoramiento y consejo presencial con un abogado especializado
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Análisis y revisión de escritos y contratos:
La aseguradora facilita modelos de contratos comunes en materia civil, así como el asesoramiento telefónico sobre su interpretación y cumplimentación.
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Envío de formularios de reclamación:
Se puede realizar la reclamación ante compañías eléctricas, telefónicas, agencias de viajes… Y también ante cuestiones financieras como comisiones bancarias indebidas, cláusula suelo…
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Defensa Penal:
Cobertura ante una denuncia por la vía penal.
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Defensa Civil:
Cobertura ante una imprudencia, negligencia o impericia que se produzca en el ámbito de la vida particular.
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Garantía laboral:
Resolución de conflictos laborales, ya sea contra la empresa o por una reclamación de prestaciones sociales ante la Seguridad Social.
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Derechos del Consumidor:
Reclamaciones por incumplimiento de contratos.