Los trastornos de tensión ocular elevada suelen tener, a largo plazo, consecuencias graves para la salud de los ojos. Pero, en ocasiones, ese exceso de tensión se produce por causas ajenas al ojo: es el caso de la tensión ocular por estrés.
¿Por qué se produce tensión ocular por el estrés?
La tensión ocular normal depende del equilibrio de varios factores orgánicos:
- El correcto nivel de producción de los fluidos corporales que componen la estructura del globo ocular.
- El drenaje de estos mismos líquidos.
- La tensión arterial del individuo (los hipertensos son mucho más propensos a padecer también hipertensión ocular).
Adicionalmente, existen otros factores que pueden aumentar la tensión ocular:
- El uso excesivo de pantallas luminosas.
- Forzar la vista frecuentemente (caso de las personas que precisan usar gafas, pero no lo hacen).
- Traumatismos en los ojos.
- El uso de algunos medicamentos, como los esteroides.
- La alimentación y el consumo de sustancias como el tabaco, el alcohol o el café.
- Enfermedades subyacentes, bien de los ojos o ajenas a los mismos.
En resumidas cuentas, cualquier hábito que contribuya a incrementar la tensión arterial hará lo propio con la tensión ocular.
Y, dado que durante los episodios de estrés la presión arterial de quien los sufre se eleva, también lo hará la tensión ocular.
Tensión ocular: síntomas
Independientemente de si la tensión ocular es causada por el estrés o no, se manifiesta con los siguientes síntomas:
- Dolor ocular.
- Dolor de cabeza.
- Fatiga visual.
- Visión borrosa.
- Pérdida de visión (gradual o en episodios intermitentes).
- Enrojecimiento frecuente de los ojos.
Los síntomas pueden presentarse de manera individual, pero lo más frecuente es que experimentemos más de uno.
Advertimos de que esos síntomas no son exclusivos de la tensión ocular y pueden deberse a otros trastornos o afecciones del ojo. Por tanto, acudamos al oftalmólogo si se presentan.
¿Qué hacer para evitar la tensión en el ojo por estrés?
La solución más evidente y lógica es intentar eliminar el estrés. Sin embargo, una cosa es decirlo y otra bien distinta conseguirlo.
Dado que el estrés no es más que una reacción orgánica a las situaciones de presión, si estas últimas no desaparecen, el estrés tampoco lo hará.
Ayuda psicológica
Si no podemos evitar las situaciones que generan estrés (presión laboral, falta de tiempo, conflictos de interrelación personal, etc.), la única forma de rebajar o eliminar el estrés es la terapia psicológica.
Un psicólogo experimentado nos enseñará las técnicas básicas para controlar y dominar el estrés en situaciones conflictivas.
Y si no somos capaces de rebajar el estrés, esto es lo que podemos hacer para aliviar la tensión en el ojo y sus síntomas
Disminuir el uso de pantallas
Intentar disminuir el número de horas de uso de pantallas luminosas y hacer pausas frecuentes mientras las utilizamos. También podemos realizar ciertos ejercicios oculares que están específicamente diseñados para mantener una tensión ocular normal
Llevar una dieta equilibrada
La dieta es importante: una alimentación equilibrada contribuye a mejorar nuestra salud cardiovascular y, por tanto, a rebajar la tensión ocular. Evitemos el consumo de productos que elevan la tensión: sal, café, bebidas alcohólicas, tabaco, etc.
También existen colirios y medicamentos que pueden ayudarnos a controlar la tensión ocular.
Pero no caigamos en la tentación del autodiagnóstico y la automedicación: si presentamos algún síntoma que nos haga pensar que padecemos tensión ocular por estrés, solicitemos consulta al oftalmólogo y que sea este quien nos prescriba el tratamiento, una vez identificado el trastorno.