¿Sabías que muchas personas sufren hernia de hiato y sus síntomas durante años antes de tener un diagnóstico? También hay quienes presentan una pequeña hernia de hiato sin síntomas y se enteran por sorpresa, cuando el médico les solicita alguna prueba en la que se detecta también esta alteración.
Las hernias de hiato que no producen molestias no requieren tratamiento más allá del sentido común, para evitar que vayan a más. Los síntomas de hernia en el estómago se tratan primero con una serie de hábitos alimenticios y algunos antiácidos, aunque si no remiten y son muy molestos pueden necesitar de una solución quirúrgica mediante laparoscopia.
¿Qué es una hernia de hiato?
En medicina, una hernia es un estrangulamiento, lo que sucede cuando algo presiona un órgano o un tejido y este se desplaza fuera de su sitio.
En el caso de la hernia de hiato, una relajación del esfínter esofágico del diafragma (hiato), una rotura parcial del mismo o una alteración de nacimiento dan como resultado que una parte del estómago, en la zona superior, se salga desde el lado que le corresponde estar en el diafragma hacia la zona de los pulmones.
Esta porción de estómago puede no producir síntomas si es mínima, pero lo habitual es que se manifieste con una serie de molestias, que son las que deberían llevarte a consultar con un médico si puedes tener o no una hernia hiatal.
¿Cuáles son los síntomas de una hernia en el estómago?
- Los síntomas de hernia de hiato más recurrentes son el dolor de estómago, la acidez y el reflujo gastroesofágico, aunque estos son también los síntomas menos precisos, porque pueden deberse a numerosas causas.
- Si además sufres de dolor en la zona del pecho, dificultad para tragar o para respirar, necesitas acudir al médico en busca de un diagnóstico que podría ser el de hernia de hiato.
- Algunos pacientes llegan a experimentar, en ocasiones, vómitos con sangre o heces ennegrecidas a causa de una hemorragia en el estómago a la altura de la hernia.
Causas de una hernia de hiato
La hernia de hiato tiene causas relacionadas con el estilo de vida cuando no se debe a un problema de nacimiento o a un traumatismo que afecte al diafragma. Entre ellas, la repetición de esfuerzos que impliquen al diafragma, como toser, vomitar o levantar pesos sin la protección adecuada se suman a la tendencia natural a que el hiato se vaya dilatando a medida que cumplimos años.
El sobrepeso y la edad son factores que juegan en contra cuando ya existe una hernia de hiato previa. Tampoco ayuda el hacer comidas muy copiosas.
La mayoría de las hernias de hiato se controlan con facilidad realizando varias comidas y tomando algún antiácido. Cuando esto no basta y los síntomas de la hernia de hiato afectan a la calidad de vida del paciente, o cuando la hernia es muy grande, se opta por la solución quirúrgica.
Una hernia de hiato es una afección de poca importancia aunque pueda resultar muy molesta. En cualquier caso, siempre se agradece contar con un seguro médico para evitar largas listas de espera.
