El testamento es un documento en el que una persona expresa sus últimas voluntades con respecto al reparto de sus bienes después de su muerte. Lo que no todo el mundo sabe es que es posible elaborar un documento similar pero dejando instrucciones con respecto a cuestiones médicas; es lo que se conoce como testamento vital.
¿En qué consiste un testamento vital?
También conocido como voluntades anticipadas, es un documento en el que una persona deja por escrito su voluntad de aceptar o rechazar determinados tratamientos médicos y terapéuticos de cara al futuro. En caso de que, llegado el momento, no esté en situación de poder decidir si quiere o no el tratamiento ofrecido.
El documento puede indicar diferentes cuestiones como si se quiere recibir tratamiento médico en casa o en el hospital, si se desea asistencia religiosa, permitir o no la donación de órganos para trasplante o para investigación, etc.
En caso de que el paciente tenga una enfermedad irreversible o terminal los médicos deberán respetar la voluntad expresada en este documento.
¿Cómo hacer un testamento vital?
El procedimiento no es exactamente igual que cuando se va a hacer un testamento para repartir los bienes entre los herederos, pero no es nada complicado.
Cada comunidad autónoma ha regulado este tema de forma diferente, pero existen tres supuestos que son muy similares en todo el territorio nacional.
El testamento vital se puede otorgar ante tres testigos que no sean ascendientes ni descendientes ni con los que se tenga una relación económica. También se puede hacer ante el registro autonómico correspondiente. Lo más común si tienes dudas sobre el testamento vital donde se hace es acudir a un notario.
¿Cuál es el precio de un testamento vital?
Ya hemos visto que se puede hacer de forma privada ante tres testigos, en cuyo caso no tendrá coste alguno. Pero es recomendable dejar constancia en un documento público. Un notario suele cobrar unos 60 € por la redacción de un documento de este tipo.
Pensando en el futuro: ¿por qué hacer un testamento vital?
Hacer un testamento normal y corriente y un testamento vital no requiere ningún esfuerzo, tampoco implica un gran coste económico. Sin embargo, estos documentos pueden facilitarle mucho la vida a los familiares del fallecido o del enfermo, de ahí su importancia.
Cuando llega el momento de afrontar la enfermedad incurable de un familiar, o su fallecimiento, las cosas son mucho más sencillas si el propio afectado ha dejado por escrito su voluntad con respecto al reparto de sus bienes o con respecto a los tratamientos que quiere o no que le apliquen.
Otorgar testamento vital puede ayudar a tu familia en un momento en el que lo está pasando mal y cuesta más tomar decisiones difíciles.
Nunca es demasiado pronto para pensar en el futuro. Hacer un testamento, ya sea vital o no, y contratar un seguro de vida para garantizar la estabilidad económica de tu familia, es la mejor muestra de preocupación por ella que puedes dar. Asegúrate de que, aunque tú puedas faltar, ellos no vayan a tener problemas económicos.