La alergia al sol es una patología de la que existen diferentes variedades, pero que, en todo caso, requiere adoptar unas medidas preventivas, así como ponerse en manos de especialistas.
¿Qué es la alergia al sol y qué la provoca?
El concepto de alergia al sol en la piel engloba un conjunto de reacciones que se producen a nivel cutáneo tras la exposición al sol.
Es difícil determinar qué provoca la alergia al sol. En algunos casos tiene un origen hereditario y, en otros, surge de manera imprevista en personas que nunca habían experimentado sensibilidad al estar expuestas al sol.
También se ha relacionado con la toma de ciertos medicamentos o incluso con el contacto con determinadas plantas. Sin embargo, muchas reacciones alérgicas al sol se producen por causas desconocidas.
Lo que sí se sabe es que existen varias tipologías de esta alergia, siendo la erupción polimorfa lumínica la más común.
Síntomas de la alergia al sol
Los síntomas de la alergia al sol pueden variar dependiendo del tipo de alergia de que se trate y hasta del color de la piel.
Uno de los más comunes es la aparición de prurito o picazón. Es posible que la zona no esté enrojecida ni muestre ninguna lesión, pero la persona siente un picor intenso en las áreas del cuerpo que han estado expuestas al sol. En otros casos la sensación es más bien de escozor.
En otros pacientes, la alergia al sol cursa con la aparición de pequeños bultos que pueden llegar a fusionarse, dando lugar a manchas con relieve. Es habitual que estos granitos causen picor o escozor.
El enrojecimiento de la zona expuesta, incluso sin la aparición de bultos ni de otras molestias, también es síntoma de una posible alergia al sol. En los casos más graves, aparecen ampollas y episodios importantes de urticaria.
Lo habitual es que este tipo de síntomas aparezcan únicamente en zonas que han estado a expuestas al sol u otras luces ultravioleta. Normalmente, tardan entre unos minutos y unas horas en manifestarse.
¿Cómo tratar la alergia al sol?
Más vale prevenir
Tanto si se ha tenido algún episodio de alergia al sol como si no, es esencial proteger la piel de los efectos nocivos de los rayos solares. Se aconseja utilizar siempre crema de protección solar de factor elevado, incluso cuando se está bronceado.
Además, es conveniente no ponerse directamente al sol durante las horas de mayor incidencia y, en caso de tener que hacerlo, complementar la aplicación de la crema con ropa ligera que cubra las partes del cuerpo expuestas, y una gorra o sombrero que proteja la cabeza y la cara.
Aplicar una buena hidratación
Tras la exposición solar se aconseja lavar bien la piel y aplicar hidratación. Si ha aparecido algún síntoma de alergia, pueden ser de ayuda las cremas para la rosácea, puesto que disminuyen la apariencia rojiza de la piel. En caso de que aparezca picor, se aconseja aplicar cremas con calamina.
En la mayoría de los casos, los síntomas de la alergia al sol desaparecen pasadas unas horas. No obstante, si este problema empieza a ser habitual, es conveniente consultar con un especialista por si hubiera que aplicar tratamiento farmacológico. Si necesitas ver al dermatólogo o al alergólogo, y no quieres esperar, podemos ayudarte a encontrar el mejor seguro de salud.