Las enfermedades crónicas son aquellas afecciones de larga duración que necesitan atención médica continua y que llegan a limitar las actividades diarias. Incluso, pueden cambiar la manera en la que se desenvuelve la persona y cómo se relaciona con los demás. Como ejemplos están la cardiopatía, la artritis, la diabetes, la osteoporosis, el cáncer, etc.
Afortunadamente, existen formas de mejorar la salud en general, ayudando a mantener alejadas este tipo de enfermedades. Y en el post de hoy te contamos cómo lograrlo.
Hábitos para prevenir enfermedades crónicas y vivir por más tiempo
Los principales factores de riesgo asociados a las enfermedades crónicas son aquellas conductas negativas o hábitos tóxicos, como la inadecuada nutrición, la inactividad física, el consumo excesivo de alcohol, el consumo de tabaco y hasta la exposición continua al humo de segunda mano.
Por lo tanto, cuando comienzas a tomar decisiones saludables y adoptar hábitos que incrementan tu calidad de vida, se reduce drásticamente la probabilidad de padecer alguna enfermedad crónica. ¿De qué decisiones o hábitos saludables hablamos? De los siguientes:
1. Estar activo
Hacer ejercicio regularmente te ofrece beneficios de manera inmediata, haciendo que tu organismo funcione mejor. Cualquier tipo de deporte o actividad física te ayuda a aliviar el estrés, a incrementar tu concentración y a dormir mejor.
Los adultos sanos pueden realizar 150 minutos de ejercicio moderado cada semana. Esto incluye actividades como nadar, pasear en bicicleta, caminar o practicar algún deporte. Distribuye este tiempo en períodos que se adapten a tu horario. Lo importante es que realices actividades variadas que disfrutes y que te resulten divertidas.
2. Evitar beber alcohol en exceso
Controla el consumo de alcohol. Cuando bebes en exceso se alteran los valores normales de la presión arterial y pueden presentarse enfermedades cardíacas y hepáticas. Además, se eleva la probabilidad de sufrir accidentes cardiovasculares o presentar diversos tipos de cánceres.
Según el Ministerio de Sanidad los límites de consumo de bajo riesgo de alcohol son los siguientes:
- Para mujeres: 10 gramos de alcohol por día, que equivale a 1 caña (250ml), o media copa de vino o un chupito.
- Para hombres: 20 gramos de alcohol por día, que equivale a 1 jarra de cerveza (500ml), o 1 copa de vino o 2 chupitos.
Por supuesto, a menor consumo de alcohol, menor riesgo.
3. Dejar de fumar
Dejar el tabaco reduce las probabilidades de sufrir enfermedades como cáncer oral, afecciones pulmonares, diabetes tipo 2 o problemas en el corazón que pueden conducir a una muerte prematura.
4. Mantenerse hidratado adecuadamente
Beber la cantidad suficiente de agua todos los días es la mejor manera de incrementar la salud. Al mantenerte hidratado evitas que tu organismo sufra de estreñimiento y presente sobrecalentamiento corporal.
Por supuesto, cuando tengas sed, siempre elige beber agua. Evita las bebidas azucaradas como jugos de frutas o refrescos.
5. Cuidar la salud bucal
Las afecciones bucales, como las caries o periodontitis (infección grave de las encías), pueden llegar a causar enfermedades crónicas: inflamaciones del hueso que sostiene los dientes, infecciones respiratorias (las bacterias de la boca pueden viajar a los pulmones) o infección del corazón, porque las bacterias inundan el torrente sanguíneo.
Por lo tanto, practica una buena higiene bucal:
- Cepilla tus dientes después de cada comida y utiliza el hilo dental a diario.
- Visita a tu dentista, por lo menos, una vez al año.
6. Comer saludable
Lo que ingieres afecta directamente tu salud y bienestar físico y mental. Si mantienes una dieta de bajos nutrientes esenciales o si comes en demasía, puedes llegar a la obesidad o padecer problemas del corazón, diabetes, accidentes cerebrovasculares, etc.
Por lo tanto, comienza a comer de manera más saludable, de la siguiente manera:
- Reduce la cantidad de sal.
- Evita alimentos procesados y carbohidratos refinados.
- Disminuye las bebidas azucaradas, como refrescos y bebidas energéticas.
- Incrementa el consumo de semillas, nueces, frutas y verduras.
- Limita la cantidad de carne procesada y aumenta el consumo de mariscos con altos contenidos de Omega 3.
7. Dormir lo suficiente
Tener un sueño regular y de calidad, por lo menos 7 horas cada noche, ayuda a reducir los riesgos de padecer enfermedades crónicas, como la obesidad, las afecciones del corazón y la diabetes tipo 2.
Esto se debe a que dormir lo suficiente mejora los niveles de azúcar en la sangre y te ayuda a controlar tu peso. Además, incide positivamente en tu estado de ánimo y en la memoria a corto plazo. Para obtener un sueño de calidad te recomendamos:
- Establecer una hora para acostarte.
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.
- Crear una rutina de sueño que inicie 30 minutos antes de acostarte. Así tu cuerpo entenderá las señales de que debe descansar.
8. Aliviar el estrés
El estrés es uno de los principales enemigos de tu sistema inmunológico. Para aliviar el estrés de manera saludable y lograr bienestar mental, puedes practicar Mindfulness, que consiste en estar más consciente y presente en cada actividad que realizas a lo largo del día.
Por ejemplo, cuando tomes el desayuno utiliza tu atención plena y experimenta con todos los sentidos, disfrútalo y saboréalo verdaderamente. Puedes practicarlo en cada acción, cuando esperas que el semáforo cambie a verde o cuando te cepillas los dientes.
9. Pasar tiempo en la naturaleza
Siempre es importante tomar aire fresco y hacer ejercicios al aire libre. Pero es mejor que estas actividades se realicen en entornos naturales, como parques, senderos o bosques locales. Así, entras en conexión con la naturaleza, puedes sentir la brisa, escuchar el canto de los pájaros y admirar los árboles y flores.
Pasar tiempo en la naturaleza es un antídoto efectivo para aliviar el estrés y la ansiedad, reducir la presión arterial y mejorar el sistema inmunológico.
10. Recibir atención médica preventiva
Finalmente, visitar al médico y al odontólogo con regularidad para recibir atención preventiva es una de las mejores formas de evitar enfermedades crónicas o de detectarlas a tiempo y recibir los tratamientos adecuados.
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